En 1940, los ocupantes alemanes abrieron un campo de concentración en Oświecim (Auschwitz en alemán) para prisioneros políticos polacos, miembros de la resistencia y élites intelectuales. Con el tiempo, el campo se amplió para funcionar, desde 1942, como un campo de exterminio para judíos polacos y europeos. Para llevar a cabo esta política de exterminio los alemanes construyeron en la segunda parte del campo llamado Birkenau cuatro grandes cámaras de gas donde las víctimas eran asesinadas con gas “Zyklon B”. El número de víctimas de Auschwitz supera el millón de personas, en su mayoría judíos. También hay decenas de miles de prisioneros de guerra polacos, sinti, romaníes y soviéticos.
Después de la guerra, Auschwitz-Birkenau se convirtió en el símbolo del Holocausto.